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Crítica literaria a la obra "El loco y la triste"
El contexto político refiere a
la dictadura militar en Chile que se estaba viviendo en los años 1973 y 1990, Durante este periodo, Chile experimentó
una notoria transformación económica, social y cultural, en el cual hubo
desigualdad de ingresos e inestabilidad al sector asalariado. Debido a esto el
autor se enfoca en la vida que estaban pasando las personas marginadas o en situación
de pobreza.
La obra es una tragedia moderna,
que, a diferencia de la tragedia clásica, no impone necesariamente a personajes
de alta categoría como lo son los reyes y la nobleza, que, actuando con desmesura,
terminan perdiéndolo todo, cosa que también afecta al entorno en el que se encuentran.
La tragedia moderna se aleja de la exaltación heroica para acercarse al hombre
común y buscar en sus problemáticas cotidianas el nuevo tema en el cual van a
tratar las tragedias. En esta obra fue utilizado el lenguaje informal o
marginal, en donde sueños y metas mundanas son exaltadas para brindar a estos
personajes su propia épica a vivir, a partir de esto y el surgimiento de conflictos
se desarrollará la trama que va a encaminar a su destino.
Uno de los elementos más
representativos en esta obra fue el manejo de la ironía. El uso de recursos
humorísticos no necesariamente transforma a esta tragedia en comedia, pero
funciona para resaltar el absurdo de la vida que más de una vez puede afectar
gravemente el entorno y la vida de estos personajes.
La obra fue representada en el
2016 por la compañía TAT. La dirigió Álvaro Muñoz, Huinca Luis y Eva fueron
interpretados por los actores Osvaldo Salom y Sandra Mutz. La obra fue
presentada en la Universidad de la Frontera, Temuco. El tema de la marginalidad
fue representado de forma realista en la obra, donde se puede observar la dura realidad
que vivían las personas en la pobreza. Huinca Luis y Eva estaban destinados a
la muerte debido al género literario al cual pertenece a una tragedia. Pero
estos dos personajes pudieron encontrar la felicidad no con cosas materiales si
no con el amor y compañía que sentían uno para el otro.
La actuación de estos dos
actores fue bastante buena, ya que ocuparon el lenguaje coloquial y supieron
representar e interpretar el pensamiento y la vida que tenían los marginados
durante la pobreza. Sin embargo, la escenografía pudo haber sido más llamativa
y ocupar otro montaje que no fuera solo la escenografía común representando a
la pobreza que son los cartones, sino algo que captará más la atención del
espectador. Tal vez respecto a la música se pudo haber ocupado más sonidos que
complementaran más las acciones de los personajes.
Finalmente, la obra se llevó a
cabo de forma fluida y entretenida para la visualización del público y con un
diálogo coherente enlazado con la marginalidad, y con la utilización del lenguaje
informal en los personajes que permite una mayor atención del espectador.
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